20 de julio 2023
En el artículo anterior hacíamos referencia a un proceso difícil que nos toca llevar a cabo cuando perdemos a un familiar, organizar o retirar sus pertenencias, hablamos sobre nuestros sentimientos al respecto, y decíamos que es una decisión muy personal, así mismo los expertos recomiendan no apresurarnos, no es necesario, hay que hacerlo, pero a nuestro tiempo.
Pues les había prometido unos cuantos consejos para cuando llegue ese momento en el que nuestras emociones estarán a flor de piel y vendrán a nuestra mente miles de recuerdos que si bien muchos nos harán reír otro nos traerán lagrimas; pero todo esto es normal es la manifestación de nuestro amor hacia el recuerdo de ese ser que invadió nuestras vidas el tiempo justo que debía ser.
Bien, aquí comparto algunos consejos que nos ayudaran a realizar esta tarea emotiva de por sí, con esta guía podrás tomar las decisiones que dicte tu corazón y distinguir que objetos son significativos para ti. Recuerden que nada está escrito en piedra lo que les comparto es sugerencia de lo que podrían hacer.
1. Meditar y organizarnos.
El primer consejo es tomar un tiempo y meditar, pensar en lo que vas a hacer, como lo vas a llevar a cabo, de quienes te vas a acompañar, que vas a hacer con las pertenencias de tu ser querido.
Un consejo que leí recientemente me gusto, y decía que, podemos organizar una reunión familiar y comentar tu intención, conversar y conocer quienes están dispuestos a acompañarte, una vez hecho esto delimitar las responsabilidades que tendrá cada uno, como:
· Retirar la ropa, zapatos y artículos personales.
· Organizar la documentación personal
· Ocuparse de los asuntos legales, asuntos bancarios y otros pendientes.
· Entre otras cosas.
·
2. Un día a la vez.
Puedes hacer un calendario y determinar qué días dedicaras a esa tarea y coordinarlo con las personas que te ayudaran. No es necesario hacerlo todo en un solo día.
3. Que guardo y que regalo.
Hace unos días hablaba con mi hijo mayor precisamente de este tema, para nosotros como familia pues no ha sido una prioridad, no hemos sentido la necesidad de sacar las cosas de nuestro familiar (era Paul mi hijo de en medio), pero ya han transcurrido 4 años y las cosas se deterioran sin uso, como los zapatos.
Mi hijo mayor me decía hay que donar la ropa y los zapatos (mi hijo Paul era amante de los tenis y zapatos), para todos tomar las riendas de este proceso ha sido complicado y bueno hay que hacer algo.
En este tercer consejo les recomiendo tomar las cosas con calma, y trabajar elaborando 3 grupos que serían,
lo que vamos a donar,
lo que vamos a conservar,
lo que vamos a heredar (para familia o amigos)
Recordemos que este proceso debe ser consensuado con la familia cercana, por ejemplo, en nuestro caso el papá (mi esposo), sus hermanos y pienso invitar a su exnovia y a su mejor amigo.
4. Documentos y asuntos legales.
Este paso generalmente se hace en los días recientes al fallecimiento del ser querido, puede ser cierre de cuentas bancarias, pago de pendientes que no estén cubiertos por seguros de deuda, tramite con las aseguradoras si es que dejo algún seguro, resolución de pendientes legales, testamento, etc.
Es importante recordar que muchos trámites legales como el asunto con las aseguradoras tienen fechas límite para su ejecución.
¿Quién se hará cargo de esto? puede ser la familia inmediata, un abogado o a quien se designe por consenso.
Y Mi quinto consejo es,
5. No apresurarse,
Solo nuestro corazón sabe cuándo es el tiempo, tomar decisiones irreflexivas nos puede llevar a desprendernos de pertenencias valiosas, significativas; y luego no hay vuelta atrás.
Es un proceso que debemos hacerlo con tranquilidad, está lleno de emociones, recuerdos y de vivencias que nos llenaran de tristeza y al mismo tiempo alegría recordando anécdotas, chistes y tantas cosas que se vivieron con nuestro ser querido.
Si todo esto te abruma, y sientes que no puedes seguir adelante, hay que buscar ayuda profesional, recordemos que el dolor no es opcional ese estará ahí con nosotros siempre, pero el sufrimiento ese si podemos desterrarlo de nuestra vida, nosotros decidimos si vamos a sufrir o no.
Hasta luego, nos leemos en una próxima entrega.
Nancy John