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Volar sin alas



“El caballo, con su belleza sinigual, una fuerza inmensurable y una gracia como ninguna otra, sigue siendo lo suficientemente humilde como para llevar un hombre sobre su espalda”. Amber Senti


Desde hace siglos el caballo ha sido de mucha utilidad para el hombre, por su nobleza, fuerza y valentía, tal es así que en la historia tiene un gran protagonismo y sin duda en la actualidad eso no ha cambiado, los hay de diferentes razas y para diferentes rubros; y en la salud no es la excepción a través de la equinoterapia.


La equinoterapia es un tratamiento que usa los movimientos del caballo para lograr respuestas deseadas en una persona; es una herramienta terapéutica que puede tratar muchas enfermedades físicas y psicológicas.


La equinoterapia nació en México, en 1969 gracias a Rogelio Hernández Huerta, preparador físico del Centro Deportivo Olímpico Mexicano. A partir de ciertas investigaciones por todo el mundo se han descubierto una serie de factores que fundamentan la equinoterapia como recurso sanador de problemas físicos y psicológicos, asociados a los movimientos y vibraciones que el caballo emite y son percibidas por el humano, contribuyendo en todo el esquema terapéutico.


La terapia ecuestre abarca disciplinas como la medicina, la psicología, el deporte y la pedagogía. Y. contribuye en el desarrollo físico, emocional, social y cognitivo de los pacientes que la practican. Es muy útil para el tratamiento de personas discapacitadas, con esclerosis múltiple, enfermedades neurodegenerativas, síndrome de Down, autismo, depresión, ansiedad, entre otros.


Existen varios tipos de equinoterapia que se dividen en tres grandes áreas:


1.       Hipoterapia: es principalmente utilizada en personas discapacitas o con enfermedades motrices, neurodegenerativas o físicas.

2.       Equitación terapéutica:  es una modalidad de terapia con caballos dirigida a personas con autonomía suficiente para ejercer alguna acción sobre el caballo de manera activa. Los objetivos planteados en esta modalidad son en distintas áreas como control postural, orientación en el espacio, lateralidad, coordinación, atención, memoria, etc.

3.       Equitación como deporte para discapacitados: es como lo que indica con el fin de desarrollar la parte muscular, también bastante orientada a personas discapacitadas a causa de un accidente deportivo.


Los beneficios psicológicos de montar a caballo son diversos, entre los que se pueden mencionar:


1.       Mejora la autoestima.

2.       Fortalece la concentración.

3.       Coordinación de movimientos y reflejos.

4.       Fortalece la salud mental

5.       Contribuye a el tratamiento de la depresión, ansiedad incluso a temores por experiencias pasadas, reforzando la seguridad y confianza, al compartir y conectar con el caballo.


Los caballos inspiran felicidad, libertad, fuerza y honestidad. En la actualidad, en diferentes partes del mundo, el caballo brinda ayuda y enseñanza a la gente, como a comunicarse de una manera más efectiva, entender sus emociones, ser creativo en la solución de problemas, buscar nuevas alternativas, aprender de sí mismos, ser congruente con uno mismo. Montar un caballo es volar sin alas.


“De mi caballo aprendí que la fuerza se complementa con la nobleza y lealtad”. Gabriel Olivero


Por: Marah Pineda

Psicóloga

 

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