Donald Trump revivió este fin de semana una iniciativa que ya había barajado durante su anterior mandato, pero que archivó a pedido del entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
(Univisión). El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este domingo que declarará a los carteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras cuando asuma el poder el próximo 20 de enero.
"Todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados y designaré inmediatamente a los carteles como organizaciones terroristas extranjeras. Lo haré de inmediato", declaró durante un foro de la organización ultraconservadora Turning Point en Phoenix, Arizona.
Con esta declaración, Trump revive una iniciativa que ya había barajado durante su anterior mandato, pero que archivó a pedido del entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien aceptó cooperar en seguridad y rechazó cualquier posible intervención militar estadounidense en su territorio.
Este fin de semana, el republicano volvió a acusar a otros países, entre ellos México, de enviar a Estados Unidos a sus "narcotraficantes" y afirmó que "toda esta red criminal que opera en suelo estadounidense será desmantelada, deportada y destruida".
Trump no detalló las consecuencias que tendrá en específico la futura designación de los carteles como organizaciones terroristas en lo que a acciones se refiere.
En esta ocasión, el presidente electo hizo las declaraciones tras comentar el caso de Aurora, una ciudad de Colorado donde, según el mandatario electo, hay presencia de miembros de la banda trasnacional de origen venezolano Tren de Aragua.
El ala dura del Partido Republicano ha pedido en el pasado considerar a los narcotraficantes como terroristas e intervenir militarmente en territorio mexicano para combatirlos, una línea roja para el gobierno de México, que advierte que defenderá su soberanía.
Durante su discurso de este domingo, Trump recordó que sostuvo una conversación telefónica en noviembre con la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en la que aseguró que fue "muy fuerte" al señalarle la problemática de la migración indocumentada y el tráfico de fentanilo.
"Fui muy duro con México. Hablé con la nueva presidenta, una mujer que fue encantadora y maravillosa, la presidenta Sheinbaum, una mujer maravillosa, pero le dije: 'No pueden hacerle esto a nuestro país'", declaró.
Antes estas declaraciones, Sheinbaum dijo desde México: “Colaboramos y coordinamos”, aunque recordó que en territorio estadunidense “se consume la droga”.
“Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar, México es un país libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismos en nuestro país. Es coordinación, colaboración, pero no es subordinación”, resaltó la presidenta mexicana en un evento en Mazatlán, Sinaloa.
EEUU debe atender el problema de consumo de drogas: Sheinbaum
Trump señaló también que miles de personas mueren cada año por sobredosis de drogas, especialmente por fentanilo, y subrayó: "He informado a México que esto no puede continuar".
"Las familias están siendo destruidas y vamos a detenerlo. No vamos a permitir que eso suceda", apuntó Trump, quien anunció que su gobierno lanzará grandes campañas publicitarias para advertir a los ciudadanos sobre el peligro del consumo de estupefacientes.
Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
México suele insistir en que Estados Unidos debe atender la demanda interna de drogas como un problema de salud pública en lugar de enfocarse solo en el tráfico en la frontera.
“Lo dije en la carta que escribí al presidente Donald Trump, que va a tomar posesión en enero del próximo año. Allá se consume la droga, principalmente, de allá vienen las armas y aquí ponemos las vidas".
Trump reiteró que una vez que regrese a la Casa Blanca en enero firmará una orden ejecutiva para cerrar las fronteras del país a los migrantes indocumentados e iniciará el mayor plan de deportación de extranjeros en la historia de Estados Unidos. Insistió en que la deportación a gran escala servirá para expulsar a miembros de pandillas y mafias extranjeras que, según dice, han ingresado a Estados Unidos debido a la política migratoria del saliente gobierno de Joe Biden.