El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, habla en la ceremonia conmemorativa por los 25 años de la transferencia del Canal de Panamá este martes, en el edificio de la Administración del Canal en la Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Eliécer Aizprúa Banfield
Ciudad de Panamá (EFE). El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, afirmó este martes que el canal interoceánico «no ha parado de crecer» desde que, un día como hoy hace 25 años, fue transferido por EE.UU. al Estado panameño, al que, aseguró, pertenecerá «para siempre», con una vocación de servir al mundo y al desarrollo del país centroamericano.
Los panameños celebran este 31 de diciembre el aniversario 25 del traspaso de la vía bajo la sombra de la amenaza del presidente estadounidense electo, Donald Trump, de exigir su devolución a EE.UU., que se queja de lo que considera un alto costo de los peajes y de una presunta interferencia china en la administración del canal.
En un discurso a las puertas del monumental edificio de la administración del Canal de Panamá, Mulino reiteró la soberanía panameña sobre el canal, habló de los retos de vía y ofreció el respaldo total de su Gobierno a los planes para modernizarla, incluida la construcción de un nuevo embalse con coste de 1.200 millones de dólares.
«El desafío de hoy es mejorar la administración del agua, logrando un desarrollo sostenible», añadió.
El Canal de Panamá solo ha crecido desde hace 25 años
Mulino, que asumió el quinquenio constitucional el pasado 1 de julio, recalcó que desde que Panamá lo administra «el canal no ha parado de crecer», tanto en sus ingresos – ha aportado al Estado más de 28.232 millones de dólares como en su infraestructura, con la construcción y puesta en servicio en 2016 de una primera ampliación.
Miguel Guerra Santos, el primer panameño contratado después de la transferencia del Canal de Panamá, habla en la ceremonia conmemorativa por los 25 años del traspaso este martes, en el edificio de la Administración del Canal en la Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Eliécer Aizprúa Banfield
Los panameños «logramos que el Canal sea nuestro, luego lo ampliamos y lo convertimos en un servicio clave y rentable para nosotros y para el mundo», declaró.
Y aseguró que a Panamá le «interesa un mundo más conectado, con un comercio más abierto y con mayor intercambio de bienes entre los países».
El carácter neutral del canal y la irrenunciable soberanía panameña
Al destacar el carácter neutral de la vía, por la que pasa alrededor del 3 % del comercio mundial, Mulino aseveró que las naciones «no temen que un canal del nivel estratégico como el de Panamá sea o tome parte activa en ningún conflicto».
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, iza la bandera de Panamá en la ceremonia conmemorativa por los 25 años de la transferencia del Canal de Panamá este martes, en el edificio de la Administración del Canal en la Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Eliécer Aizprúa Banfield
«No hay otras manos en nuestro canal, más que las panameñas. Pueden estar tranquilos, en nuestras manos se va a quedar por siempre», afirmó el presidente de Panamá.
Recalcó que hoy la bandera panameña ondea libremente en el canal y sus áreas adyacentes es gracias «al altísimo costo de lucha y sangre» que costó a varias generaciones, desde 1903, cuando se constituyó la República de Panamá.
Un tributo a la figura de Jimmy Carter
Mulino dijo sentir este martes una «mezcla de alegría por este 25 aniversario del Canal en manos panameñas y de tristeza (…) por la muerte» el pasado domingo de Carter «quien junto a Omar Torrijos y las generaciones precedentes, tuvieron la visión y la nobleza de recorrer el justo camino para que el Canal tuviese la nacionalidad que correspondía, la panameña».
La lucha por la soberanía total de Panamá se extendió por décadas «pero fue con Jimmy Carter al mando, que las negociaciones avanzaron con voluntad hasta culminar con la firma del Tratado Torrijos-Carter el 7 de septiembre de 1977, en la sede de la OEA en Washington, cuya vigencia terminó el 31 de diciembre de 1999 tal y como se pactó», aseveró Mulino.