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Así fue la toma de posesión de Donald Trump en su retorno a la Casa Blanca

“Pondré a América en primer lugar”, afirmó, retomando la visión de su primer mandato. Desde el estrado, acompañado por el expresidente Joe Biden y la exvicepresidenta Kamala Harris, Trump describió al país como inmerso en una “crisis de confianza”, acusando al sistema de corrupción por haber arrebatado el “poder” y la “riqueza” de los ciudadanos.


Entre sus propuestas más destacadas se encuentra la creación de un Departamento de Eficiencia Gubernamental, que estaría liderado por Elon Musk, con el objetivo de reformar el gobierno federal.


Trump también arremetió contra lo que llamó un sistema que protege a “criminales peligrosos” que ingresan ilegalmente al país, acusando a algunas naciones de enviar a personas desde cárceles y hospitales psiquiátricos.


El mismo día de su investidura, firmó órdenes ejecutivas que declararon una emergencia nacional en la frontera con México y propusieron eliminar la ciudadanía por nacimiento, garantizada por la Enmienda 14.


Estas medidas dejaron a más de 270,000 migrantes varados en México, luego de que el gobierno cancelara citas gestionadas a través de la aplicación CBP One para solicitantes de asilo.




Entre otras iniciativas, Trump ordenó considerar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, prometiendo erradicar las redes criminales externas.


Además, anunció su intención de renombrar el Golfo de México como el Golfo de América y restaurar el nombre del Monte McKinley, revertiendo la decisión de Barack Obama de llamarlo Monte Denali, en reconocimiento a la lengua de los nativos Koyukon de Alaska.


En su discurso, el presidente también criticó al gobierno federal por su incapacidad para garantizar servicios básicos durante emergencias, como las secuelas del huracán en Carolina del Norte y los incendios forestales en Los Ángeles.


Atacó al sistema de salud pública por su ineficacia en tiempos de desastre y al sistema educativo por, según él, “enseñar a los niños a avergonzarse de sí mismos”.


Trump declaró que su elección era un acto divino, asegurando que había sido “salvado por Dios para hacer a América grande de nuevo”. Asimismo, calificó el 20 de enero como un “día de liberación” para los ciudadanos estadounidenses.




En línea con sus promesas de campaña, firmó una orden que declaró una emergencia nacional energética, derogando el Green New Deal y las políticas que fomentaban la producción de vehículos eléctricos.


También propuso crear un Servicio de Ingresos Externos para imponer aranceles a productos extranjeros. En semanas recientes, Trump declaró que Panamá debería devolver el Canal de Panamá a Estados Unidos y no descartó recurrir a la fuerza militar para recuperarlo.


Uno de los puntos más controvertidos de su discurso fue su compromiso de eliminar los programas de diversidad del gobierno y limitar el reconocimiento oficial de género a masculino y femenino.


Aunque muchas de sus órdenes podrían enfrentarse a impugnaciones legales, reflejan su intención de alejarse radicalmente de las políticas de la administración Biden y cumplir con las promesas de su campaña.

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