19-02-2024

Hay dos regalos que debemos ofrecer a nuestros hijos: raíces fuertes para aferrarse a sus principios y alas para saber volar lejos.
La casa se siente vacía; se fue la alegría, el desorden y las vigilias, estamos como empezamos, solos. Así se siente cuando ya los hijos emprendieron vuelo; a eso se le llama el síndrome del nido vacío.
Se caracteriza por la presencia de diferentes síntomas físicos y emocionales, los cuales tienden a aparecer después que los hijos abandonan el hogar para independizarse. Esta situación puede afectar a cualquier padre, sin importar su sexo, edad, empleo o sus intereses familiares.
Algunos síntomas pueden ser: preocupación, tristeza, nostalgia, sensación de soledad, entre otros. Estos pueden llegar a durar aproximadamente seis meses desde que empiezan a aparecer, y se considera un tiempo prudencial de aceptación y adaptación; pero si crees que va a durar más tiempo, lo mejor es acudir a un profesional para evitar llegar a un caso de depresión.
Como superar el síndrome del nido vacío:
1. Asumir con actitud positiva el hecho de que los hijos se van, porque es algo bueno y es ley de la vida. Recuerda un día también saliste de casa.
2. Mantener el contacto.
3. Disfrutar el tiempo libre.
4. Reencuentro con la pareja o amistades.
5. Asumir la nostalgia como algo natural.
6. Guardar los mejores recuerdos.
7. Buscar ayuda profesional o un grupo de apoyo.
Lo más importante es prepararte cuando sientas que esa etapa está por llegar, planificando con tu pareja, solo o amistades acciones a seguir y saber que lo que sembraste cosecharas: cuidado y amor. Cuando los hijos crecen y se van, amor y distancia habrá. Prepárate y disfrútalo.
Por: Marah Pineda
Psicóloga