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Amor y distancia

Actualizado: 27 mar 2024

19-02-2024


Hay dos regalos que debemos ofrecer a nuestros hijos: raíces fuertes para aferrarse a sus principios y alas para saber volar lejos.


La casa se siente vacía; se fue la alegría, el desorden y las vigilias, estamos como empezamos, solos. Así se siente cuando ya los hijos emprendieron vuelo; a eso se le llama el síndrome del nido vacío.


Se caracteriza por la presencia de diferentes síntomas físicos y emocionales, los cuales tienden a aparecer después que los hijos abandonan el hogar para independizarse. Esta situación puede afectar a cualquier padre, sin importar su sexo, edad, empleo o sus intereses familiares.


Algunos síntomas pueden ser: preocupación, tristeza, nostalgia, sensación de soledad, entre otros. Estos pueden llegar a durar aproximadamente seis meses desde que empiezan a aparecer, y se considera un tiempo prudencial de aceptación y adaptación; pero si crees que va a durar más tiempo, lo mejor es acudir a un profesional para evitar llegar a un caso de depresión.


Como superar el síndrome del nido vacío:


1.       Asumir con actitud positiva el hecho de que los hijos se van, porque es algo bueno y es ley de la vida. Recuerda un día también saliste de casa.

2.       Mantener el contacto.

3.       Disfrutar el tiempo libre.

4.       Reencuentro con la pareja o amistades.

5.       Asumir la nostalgia como algo natural.

6.       Guardar los mejores recuerdos.

7.       Buscar ayuda profesional o un grupo de apoyo.


Lo más importante es prepararte cuando sientas que esa etapa está por llegar, planificando con tu pareja, solo o amistades acciones a seguir y saber que lo que sembraste cosecharas: cuidado y amor. Cuando los hijos crecen y se van, amor y distancia habrá. Prepárate y disfrútalo.


Por: Marah Pineda

Psicóloga

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